Misión y Visión
Nuestra identidad como Siervas de Cristo Sacerdote Somos un Instituto Religioso de Derecho Pontificio que glorifica el Sacerdocio de Jesucristo a imitación y en íntima unión con María Santísima, viviendo a fondo nuestro propio sacerdocio bautismal.
¿Cómo nos proyectamos? Como imagen de una Iglesia servidora, alegre, sencilla y abnegada. Con la actitud y sentimientos de Cristo Siervo y María, la Sierva del Señor, en una entrega radical al servicio de los más pobres y por la santificación de los sacerdotes y la eficacia de su ministerio
Visión Una Congregación altamente cualificada humana y espiritualmente, de fe profunda, en una entrega incondicional al servicio de los más pobres, comprometida en la evangelización, con muchas vocaciones y un significativo número de laicos que profundicen y vivan nuestro carisma sacerdotal mariano.
Misión Cuando hablamos de misión estamos hablando de algo más que de unas actividades pastorales. La misión va más allá de las obras apostólicas concretas, pues articula diferentes dimensiones de nuestra vida; toda ella llamada a ser anuncio de la novedad del Reino de Dios. Por ello bien podemos decir que la misión está en el corazón mismo de la vida consagrada y también de la forma de vida como Siervas de Cristo Sacerdote.
Así es que desde los valores del Evangelio que encarnó y vivió nuestra Fundadora Madre Margarita Fonseca Silvestre, la Congregación cumple su misión de acompañar y colaborar en la misión apostólica de los sacerdotes; son agentes de cambio social, transformado, enalteciendo y dignificando la vida de la mujer más vulnerable en todas las edades: niñez, adolescencia, juventud y adultez con y sin discapacidad, a quienes la sociedad ha impedido gozar de sus derechos fundamentales..
Nuestra espiritualidad Está centrada en Cristo Sacerdote el Servidor de Yahvé. En la Iglesia Sacramento universal de Salvación. En María, la humilde Servidora del Señor y Madre de la Iglesia. En la vivencia del Evangelio, la contemplación, la inmolación oculta y silenciosa; en la docilidad al Espíritu Santo.