Como consecuencia de la violencia en el Huila, quedó un gran número de niñas desamparadas. Por esta razón se hace necesaria la fundación de una obra que les provea protección. Fue así como las señoras Teresita de Quintero, Paulina de Romero, Elena Cuéllar y Rosa Alvira, se dirigieron a las Siervas de Cristo Sacerdote para que se hicieran cargo de esta obra.
De esta manera, el 22 de abril de 1934, llegaron las primeras Hermanas: Madre Genoveva Lin como superiora, acompañada por las hermanas Clara de Jesús Sacramentado y Esperanza del Corazón Eucarístico.
Al no estar lista la casa en donde debían emprender sus actividades, muy generosamente fueron acogidas por las Hermanas de la Presentación en el Hospital San Miguel, entonces dirigido por ellas.
Finalmente, iniciaron tareas en la casa de doña Rosario de Villoria. Más tarde, peregrinaron para la carrera 5ª. Y así prosiguieron sin techo propio, hasta el punto de que Madre Margarita, nuestra Fundadora, intentó tres veces retirarlas, lo que hubiera sucedido al no mediar el Excelentísimo Monseñor José Ignacio López, Obispo de Garzón.
En enero de 1935, el sacerdote Medardo Charry y la señorita Virginia Charry donaron un lote y una casita de paja. Se bendijo la primera piedra del actual edificio, con gran solemnidad, por celebrarse entonces las bodas de oro de Monseñor Medina, en ceremonia presidida por Monseñor Ismael Perdomo, acompañado del prelado diocesano y del ilustre homenajeado, de varios sacerdotes y de selecto público; en esta celebración se contó con la presencia de Madre Margarita Fonseca y de las tres Hermanas antes nombradas para llevar a cabo esta misión.